miércoles, 19 de junio de 2013

El Aroma De La Motivación

border=0Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos. Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él. Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume. Juan 12:1-3El contexto de este aparte de la bíblia nos explica que el lugar específico donde se encontraban nuestros personajes en Betania, era en la casa de Simon El leproso ( Mr. 14.3-9). Un hombre a quien Jesus le había liberado de una verguenza incredible, y de su pecado, reflejado en una lepra, enfermedad que le hubiese llevado a la muerte. Simon se convierte en un seguidor de Jesús, con justa razón y ahora lo vemos preparando una cena para su maestro y atendiéndolo.
El otro personaje en este aparte de la escritura, es Lázaro quien también estaba allí sentado a la mesa cenando con Jesús. Lazaro por su parte tambien tenia razones para servirle. No hace mucho tiempo atrás, Lazaro había enfermado terriblemente había muerto debido a ella. Sin embargo, Jesús al tercer día, le resucita y le da vida y esperanza a un hombre que no tenia ninguna esperanza.
Sin duda alguna, estos dos hombres tenían las motivos suficientes para seguir a Jesús y entregarse a su servicio, sin embargo hay una mujer que no puede contar los testimonios de Simón y Lázaro, pero hace algo mucho mayor de lo que estos dos hicieron, lo cual nos hace preguntarnos qué la motivó a entregar semejante ofrenda a su maestro.
Maria no se sienta a comer con Jesús, ni se conforma con servirle y preguntarle si quiere más pan o si desea más agua, ella se acerca con toda humildad y derrama lo más valioso que puede hasta ese momento. Un perfume de nardo puro que significaba el salario de todo un año. Ella lava los pies de Jesus – trabajo del sirviente de la casa-. Maria se humilla ante Jesús y reconoce que no le importa hacerse vil por amor a El. Esta mujer hace algo inusual, ella seca el perfume con su cabello (las mujeres respetables no soltaban su cabello en público), pero maria tiene en poco lo que la sociedad pueda pensar y olvidandose de ella misma se concentra en Jesús y se entrega sin límites, sin vuelta atrás. Con este acto Maria pone su vida a los pues de Jesús, todo su pasado, presente y aún fututo, no deja nada para ella, lo entrega todo. Esta mujer fue la protagonista de uno de los actos que Jesús mas elogió en su caminar en esta tierra, todo porque su motivación era la correcta: Jesús mismo la movió a hacer todo esto.
Muchas veces seguimos a Jesús por los milagros que hemos visto o las bendiciones que hemos recibido, pero la motivación correcta es JESUS. Si tenemos presente que el hijo de Dios, se hizo hombre, renunció a su trono, a su honor, a su gloria y vino a habitar entre los hombres por amor a nosotros, sólo eso debe movernos a servirle, a humillarnos y entregarnos completamente.
Mientras Maria lava los pies de Jesús, el cuarto se llena de un olor fragante, y asi debe ser cada vez que nos acerquemos a Jesús, que el aroma de nuestra motivación debe sea genuino e impulsado por las razones correctas.
Fuente: Cvc la Voz

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